sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Por qué no te callas?

Con estas mismas palabras se dirigió el rey borbónico a Hugo Chávez en la cumbre iberoamericana, cuando éste criticaba y recriminaba - con razón- el comportamiento que estaba teniendo Jose María Aznar hacia su país -Venezuela- y a él como dirigente.
Ha pasado un año y estas mismas palabras que manifestó el heredero del dictador, se las pudo haber dicho perfectamente a su querida mujer y a la sazón reina de nuestro país.
No podemos olvidar de donde proceden los dos altos mandos de la jefatura del estado. Por un lado Juan Carlos, fue nombrado sucesor por un dictador y tirano que provocó una cruenta y sangrienta guerra civil para llevar a cabo sus aspiraciones más rancias y arcaicas, si la España una grande y libre, que más bien fue una pequeña y pobre, porque con Franco España no avanzó hacia ese sueño de recuperar el poder imperial que ostentaba hacia el siglo XVI y XVII, sino más bien perdió parte de su poder territorial y soberano -¿quien firmó con Estados Unidos un acuerdo por el cual se instalaban bases estadounidenses en suelo español? ¿quien fue el último jefe de estado en entregar el Sahara a Marruecos? si, el mismo Franco.
Sofía por otro lado proviene de una dinastía griega, que apoyó de manera directa el golpe de estado de los coroneles en Grecia. Un vez que fueron desalojados del poder, el pueblo griego se decantó por una régimen republicano y mandó a criar malvas a la dinastía griega con Sofía entre ellos.
Pero en España nos colaron la monarquía dentro de la constitución de 1978, tal vez por el simple miedo a que los españoles desaprovasen los diseñado por el tirano para continuar su obra renqueante.
La monarquía hasta este último año, ha sido un tema tabú. No se podía hablar, ni criticar a la figura de los reyes, la prensa mediática - y aquí incluyo desde la prensa de tirada nacional, hasta la prensa rosa- han claudicado y nada más que nos han contado maravillas de la casa real. Todo pura patraña. Y esto ha provocado que mucha gente -engañada probablemente- viese a la casa real como una "institución" cercana al pueblo, campechana, humilde, sensible ante los más indefensos y que criaban niños y niñas muy ricos, no de dinero que también, sino en el otro sentido de la palabra.
El año pasado, se inauguró al anus horribilis, de la casa real. Miles de ciudadanos, impulsados tras la celebración del 75 aniversario de la proclamación de la II República, decidieron plantar a la casa real e intentar que su mensaje calase en muchos sectores de la población española. En primer lugar, los continuos actos a los que acudían los príncipes de Asturias eran boicoteados por ciudadanos republicanos que desplegaban sus consignas antimonarquicas y banderas tricolores. En segundo lugar, la quema de fotos de los reyes en Cataluña como señal de repulsa a esta institución arcaica y antidemocrática.
Los jueces - muy poco hábiles- dicidieron emprender una campaña judicial contra aquellos ciudadanos que osaron enfrentarse a la casa real, su acusación, injurias a la corona. ¿ En un país, comenzado el siglo XXI, puede atreverse tener dentro de su ordenamiento jurídico un delito tipificado como de injurias la corona?¿Por el simple hecho de quemar unas fotos, se quiere procesar a esos ciudadanos? ¿Es un recorte a la libertad de expresión? ¿ la casa real tiene una atmósfera que la protege contra viento y marea? la respuesta es clara: sí.
No bastaba con estos año horrible para la monarquía, que ahora la propia reina, en declaraciones a una periodista cercana al opus dei, ha criticado la celebración del día del orgullo gay, ha dicho que la unión entre personas homosexuales no se le puede llamar matrimonio -¿acaso no sabe esta mujer, que la "institución del matrimonio" viene dada a partir de puros intereses familiares y personales? ¿a que se le puede llamar matrimonio?, también ha vertido criticas al aborto y a la eutanasia, así como a sus coleguitas monarquicos de Marruecos (Hassan II e hijo)
Leyes como la del reconocimiento del matrimonio para personas del mismo sexo aprobada por el parlamento, la aceleración en los trámites del divorcio, la aprobación de la ley del aborto en 1985 o el debate continuo sobre la eutanasia, han propiciado que la reinante sifía se haya posicionado en un sector ultra-conservador de nuestra sociedad; en vez de velar por sus funciones, que no son muy arduas y difíciles de cumplir, se ha posicionado ideologicamente y politicamente en un espectro de nuestro país. Así lo han hecho ver las reacciones de organizaciones ultra-derechistas y religiosas como hazteoir, foro de la familia y las asociaciones pro-vida, que han apoyado a la reina griega.
La monarquía, se ha metido un gol en propia puerta, creo que esto no pasara de un tupido velo, al fin y al cabo, al poder establecido no le conviene cuestionar el papel de la monarquía; y además, dentro de la población española sigue existiendo mucho súbdito monárquico y "juancarlistas" una definición pésima y titubeante de quien no se quiere posicionar o bien es monárquico, pero le da vergüenza decirlo.
Solo puedo desear, que un día de mi vida, yo y los más de 40 millones de mis compatriotas, puedan elegir a su jefe de estado y no tengamos a uno impuesto por sangre real.

Viva la república!

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