martes, 7 de febrero de 2012

La contrarreforma

Martin Lutero, en el siglo XVI, impulsó la reforma que lleva su nombre. Suponía un hito en la historia del cristianismo, un antes y después. Lutero, se enfrentó a las tesis de la iglesia católica, apostólica y romana. Su idea era exhortar a la iglesia para que volviera al origen de la biblia. Lutero, rechazaba la existencia de santos dentro de la iglesia, reconociendo a Jesús como hijo de dios. Lutero, fue excomulgado por el papa León X.
La iglesia católica no tardó en contestar a las tesis de Lutero e impulsó la conocida contrarreforma.

5 siglo después. En España, al igual que en la Alemania de Lutero en su día, sufre un proceso de contrarreforma radical.
El gobierno de Mariano Rajoy, ha entrado como un elefante en una cacharrería. Su descoordinación para gobernar este país (el ejemplo de los dos ministros económicos o el desmentido a última hora del señor Gallardón, aclarando que el gobierno no piensa retirar el recurso de constitucionalidad sobre la reforma del Código Civil que permite la unión en matrimonio entre personas del mismo sexo) unido a sus intenciones de aplicar las reformas "necesarias" para salir de la crisis, impuestas vía Alemania, hace presagiar un panorama poco alentador para los españoles.
El gobierno conservador del PP ha entrado a degüello en temas importantes como: el aborto, el acceso gratuito a la tutela judicial, reformas en el Código Penal, supresión de Educación para la ciudadanía, recortes en RTVE. Y este viernes, aprobarán el proyecto de ley de la reforma laboral, aquella que dijo Rajoy en Bruselas que le iba a costar una huelga, por lo que entendemos que supone un serio retroceso en los derechos de los trabajadores.
Con respecto al aborto, volvemos al año 1985 y a la reimplantación de los 3 supuestos para abortar. Volviendo a la hipocresía que se vivió durante el franquismo y en la transición. ¿Nadie se acuerda cuando las franquistas se iban a Londres a abortar?. La mujer sufre un serio revés, porque su poder de decisión, queda supeditado a los 3 condicionantes: 1) que el embarazo ponga en peligro o en riesgo la vida de la madre 2) en caso de violación y 3) malformación del feto.
En segundo lugar, el nuevo ministro de justicia, Gallardón, quiere convertirse en el justiciero mayor del reino. Junto a la ley del aborto, pretende cargarse el derecho constitucional a la tutela judicial, introduciendo tasas en segunda instancia, es decir, quien quiera recurrir un fallo o sentencia de un juzgado ante un tribunal, a pagar. En tercer lugar, introducción de la llamada "pena permanente revisable" un tipo de cadena perpetua, que se aplica en casos de gran alarma social, y lo aprueba justo después de la sentencia del caso Marta del Castillo. Huida del derecho penal y triunfo del poder mediático sobre el judicial.
El ministro de educación y cultura, se carga Educación para la Ciudadanía (asignatura avalada tanto por el TS como por el TC) y para justificar su "adoctrinamiento" lee una página de un libro de la asignatura, que NUNCA se llegó a publicar. Manipulación.
Y hablando de manipulación. RTVE está en proceso de convertirse en una nueva televisión partidista al estilo Telemadrid, Canal 9 o Canal Sur. El nuevo gobierno, ha llevado a cabo un recorte de 200 millones de euros en el ente público. Lógicamente, eso provoca que las series de principal audiencia ( que son a su vez las que más gasto generan lógicamente) tenga un pie fuera de nuestra televisión pública. Series como Aguila Roja (ya lo dijo José Mota en nochevieja: "debido a los recortes, Aguila Roja pasará a llamarse gallina blanca") Cuéntame, 14 abril La República (una serie que refleja el contexto político social de los años 30 de una manera inmaculada), Gran Reserva....en cambio, seguro que no nos cansaremos de ver a José Luis Moreno con sus tres amigos (Macario, Monchito y Rockefeller), Lina Morgán, Carmen Sevilla o Ana Obregón. Si, una TV pública como dios manda diría Rajoy.
A Todo esto, le añadimos en esta época de crisis y recortes, el aumento de las subvenciones a la fiesta nacional, pero recortamos en educación pública, en sanidad y en pensiones (otra mentira del gobierno, la subida se compensa con la subida del IPC, por lo que no hay subida, hay pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas).

Estas son sus razones para el cambio.

Al igual que Lutero, nosotros estamos sufriendo una contrarreforma, pero en el siglo XXI.