lunes, 24 de noviembre de 2008

El pasado no debe quedar en el olvido

Durante estos días, hemos asistidos a diversos aniversarios de fallecimientos de determinados dictadores o líderes falangistas, a la par que el juez Baltasar Garzón retrocedía en su intención de investigar ampliamente los crímenes cometidos por la dictadura franquista.
Esto supone un serio traspiés en los objetivos que perseguían con ahinco las asociaciones por la memoria histórica y millones de ciudadanos españoles, que no están dispuestos a olvidar donde están enterrados sus seres queridos, si en cunetas o fosas comunes, y que menos, por lo menos por dignidad "cristiana", que darles un descanso en paz y en un lugar idóneo como un cementerio.
Además de suponer un acto de injusticia para esas personas que lucharon por la libertad en los años 30 y por una España mejor y más prospera, también refleja lo peor calaña que existe en este país.
Por un lado tenemos a una derecha heredada del franquismo. Hasta Adolfo Suarez, provino del denominado movimiento nacional, por no hablar del siniestro Manuel Fraga, creador y fundador de AP -partido antecedente al PP-, ex-ministro con Franco, presidente de la Xunta de Galicia y actual senador. y así miles de nombres. Pero la derecha no sólo ha heredado lo peor del franquismo en nombres, sino también en su estilo, tanto en la oposición como en el gobierno. Ya sufrimos a Aznar durante 8 años, cuando España volvió al ambiente autoritario, dictatorial y prepotente que caracterizó la dictadura franquista, y ahora prosiguen su cruzada: no respetan la aconfesionalidad del estado, por ellos seguiríamos con los crucifijos en los colegios públicos rezando el dios te salva maría o cualquier cosa similar.
Pero por otra lado tenemos a una parte de la "izquierda" que no está por la labor de rescatar la memoria de sus antepasados. Concretamente hablo del PSOE, partido que tuvo un papel destacado durante la II República y en la guerra civil. Una vez terminada, se dice que los socialistas estuvieron "13 años en el gobierno y 40 de vacaciones" en referencia a la lucha antifranquista durante la dictadura del tirano. Y podriamos decir que si fuera por los actuales dirigentes socialistas estaríamos contando las lindezas de nuestra actual democracia, lo majo que es el rey, lo simpático que es zapatero y el España va bien. Pero los hechos lo han demostrado: una ley de memoria histórica insuficiente a todos los efectos, que se la saltan a la torera los ayuntamientos españoles donde siguen imperando calles dedicadas a esos generales golpistas y criminales como Mola, Varela o Yagüe en Madrid. O se la saltan los trasnochados que siguen añorando al patacortas o al mayor caído por dios y por España como fue el fascista Jose Antonio Primo de Rivera, acudiendo al emblema de la dictadura como es el valle de los caídos con toda la normalidad del mundo, burlándose de la "seguridad" allí presente.
Durante el 20-N Zapatero se dedicó a decir "me parece un buen dato que el 20-N este en el olvido de la memoria colectiva" o que "ya ni nos acordamos lo que representa el 20-N". Por supuesto que habrá españoles de nueva generación, que ni se acordarán cuando murió Franco, pero no lo olvidarán ni sus más fervientes admiradores -que eso a mi me da igual- pero tampoco olvidará el día que murió el dictador y el tirano en una cama, en total impunidad por los crímenes perpretados por él y sus correligionarios y la firma de Franco estampada en millones de cunetas y fosas comunes de toda España.
A diferencia de Alemania o Italia, donde no existen calles, ni estatuas, ni nombres a colegios, o actos de ceremonia, mas bien lo contrario se tipifica con cadena de cárcel los actos que exalten el nazismo - como es el caso de Alemania-. Aquí en España donde muchos historiadores afirman que hubo un genocidio, donde más de 200.000 fueron asesinadas tras la contienda bélica, muchos sufrieron la cárcel en condiciones infrahumanas y otros tuvieron que salir de su país durante más de 40 años para no ser asesinados o encarcelados; se sigue venerando al dictador, no sólo desde esas personas que acuden al valle de los caídos o a concentraciones a gritar vivas al tirano o a Jose Antonio, sino desde la radio de los obispos con Pio Moa, Cesar Vidal o Losantos. Concretamente Pio Moa ha llegado a decir que Franco ha sido el mejor gobernante que ha tenido España en los últimos dos siglos, eso sí, junto a otro político que impulsó un regimen caciquil, corrupto, clientelar como fue a Canovas, vamos al más puro estilo Franco.
La iglesia tampoco se salva, estos curas que tenemos ahora- Varela, Cañizares y demás fauna eclesiastica- son iguales que los obispos del 36, aquellos que daban su visto bueno a su "cruzada" y la beatificaban desde el vaticano también.
Un país no puedo crecer sin olvidar su pasado, la ley de amnistía de la transición no sirvió para nada, la derecha se salió de rositas y varios de sus miembros, pertenecientes a la dictadura por aquel entonces, no fueron procesados ni juzgados por los crímenes cometidos, a diferencia de Argentina donde si lo fueron o en Alemania; ni tampoco para olvidar las heridas, mientras siga habiendo resto de cadáveres en cunetas o fosas comunes, habrá muchas familias que no descasarán en paz y tampoco si no emprendemos un juicio -aunque la jurisdicción impide juzgar a aquéllas personas que estén muertas, como son los golpistas- pero sí publicar una sentencia, por lo menos en el plano simbólico, condenando al régimen franquista y a sus cabecillas -Franco, Mola, Yague, Varela, Serrano Suñer y demás- por crímenes contra la humanidad cometidas en España desde 1936 hasta 1975. Y dando su respaldo a la apertura de las fosas comunes para dar descanso a esos hombres y mujeres que dieron su vida por una causa justa como era la libertad y la democracia en España.

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